Finge que no te importo, que te soy indiferente. Aprende a disimular tus pensamientos, a ocultar esas miradas frustradas por el hecho de no sentirte libre, de estar atado, manipulado, decepcionado.
No aprendás a sentirte enjaulado, buscando siempre la manera de poder respirar, inhalar, de sentirte vivo.
Vuelve a sonreir, vuelve a tener ese dominio propio, ese don de mando e indiferencia, ese yo puedo y yo hago, vuelve a ser ese líder que se esconde sobre la misma máscara, que es transparente e interesante, que ve, que te ve. No permitas que se te prendan las garrapatas, esas que te succionan la vida, te roban la sangre y te consumen gota a gota, que te acusan y acosan de robarte la vida, que te intimidan.
Sé tú...en todo sentido. No te pierdas en el camino. Veme. Más allá de todo.
"...Me estremecía entre las sábanas, escuchaba tu respiración. Sabía que estabas tan nervioso como yo.
Nuestros cuerpos sudaban, entre frío y calor. Mis manos acariciaban tu pecho y las tuyas, mi rostro; nuestras miradas se encontraban en aquel silencio interrumpido por un tragar de saliva que se escuchaba en toda la habitación.
- ¿Quieres hacerlo?
- ¿Qué clase de pregunta es esa?
Entrelazamos nuestros dedos, en señal de aprobación. De pronto, mis labios besan tu cuello; escucho tu respirar, se acelera poco a poco y comienza el palpitar.
El silencio es interrumpido por un pequeño gemido que acabas de dar. Nuestros cuerpos encontraron el camino y comienzan a bailar un pequeño y sonoro vals y el sonido de un pequeño ruido que interrumpe nuestro compás..."
Riiiiing.....(despierto)....riiiing....uh? Oh diablos, mi teléfono.... Aló?
Hundida en la reverencia de un recuerdo antagónico, incapaz de revelar, de aceptar, de compartir. ¿Cómo? Fui capaz de revelarme y convertir este sentimiento en un recuerdo desenfrenado de pasión inédita y sin fundamento.
Aquí me encuentro, deseando un momento de aventura, una huída de mi propia realidad y sin principios básicos. Un momento fugaz.
Deseo viajar en el tiempo, justo a ese momento en el que nuestros brazos se encuentran, se abrazan. Nuestros labios se besan loca y apasionadamente, juntando y mezclando nuestras lenguas en un juego que solo tú y yo disfrutamos. En el que nuestras manos descubren el toque eléctrico de deseo que transmiten nuestros cuerpos y ese ardor abrazador de nuestros sexos.
No hace falta ver para sentirte. No hace falta hablar para escucharte. No hace falta tocarte para hacer el amor.
Hoy, nuevamente, es una de esas noches en las que me cuestiono si las promesas que hice en el pasado deben quedarse allí o si debo luchar por cumplirlas. Una de las tantas preguntas que me hago cada vez que me topo con la toma de decisiones "tontas" que la vida me presenta.
Hace unos años, recuerdo haber hecho una lista de las cosas que quería hacer, mi "to-do list" y prometí tratar de cumplirlas todas, sin importar el orden con el que las había escrito. Muchas de ellas las cumplí y otras las sigo cumpliendo, pero llega un momento donde te topas en que puedes cumplir una de ellas, pero no de la forma que lo habías planeado y es allí donde mi dilema comienza.
¿Cómo puedo hacer para simplemente dejar que las cosas se den, sin importar la forma como las habías planeado? Me han sucedido cosas que ni siquiera había pensado podían pasarme. He hecho cosas que juré jamás haría. De unas me he arrepentido un par de veces, pero de otras no. Sigo pensando en cosas que dejé de hacer y cosas que aún quiero hacer, pero que veo difícil lograr hacerlas y ¿entonces? cómo puedo dejar que mi cabeza deje de pensar y solo "fluir".
¿Acaso será orgullo? ¿rebeldía? ¿inmadurez? Necesito fluir. Necesito que mi energía vuelva a fluir como antes. Necesito volver a ser quien era, sin que me importe nada o nadie. ¿Acaso seré egoista? y ¿entonces? el dilema vuelve a comenzar.
Desde los valles más profundos, las montañas más intrépidas, los escandalosos olores de lluvia mezclados con tierra mojada, el verde de los árboles rodeados con grama de una superficie tan llena de energía y tan latiente de amor...allí vive la gente, siempre sonriente.
¿Cómo se puede vivir lejos de la naturaleza? Para mi, es imposible. Rodeado de ella es donde me siento viva, llena de paz, cargada de energía. ¡Feliz!
Son esos momentos los que me llenan y me hacen sentir diferente ante la indiferencia. El señorcito de la entrada de la iglesia, la señora de las carnitas, el grupo de artistas del bar de la esquina, los amigos que no se olvidan. Ver el cielo azul, las montañas verdes rodeando tu mundo, tu ciudad, tu gente, como abrazándote para no dejarte ir, para que no escapes, no los dejes.
Cada día es más difícil cuando se extraña. Toda esta semana llevo extrañando. Apoyo, consejos, un hombro. Y al final, sigo igual, sentada en la ducha esperando saber que todo va a salir bien.
Ayer, al fin, tuve respuesta a una, tan solo una pregunta que me hice por tantos años. Dolió.
Aún duele. Siempre he estado. Siempre estuve. Siempre estaré. Pero...y yo? Una mala decisión basada en lo que, ahora logro ver, fueron excusas, me llevó a perder la mejor parte de mi vida. Lo reconozco. Pero...y yo?
Hay muchas cosas que no entiendo y que probablemente nunca entenderé. No importa. Ahora ya sé. Ahora entendí lo que significa "escuchar al corazón". Ahora entiendo lo que las lágrimas cuestan. Ahora entiendo que hay ocasiones en las que uno da, deja de dar, pero tampoco recibe. Y sigue dando. Y no recibe. Y sigue esperando.
Necesito saber que todo está bien. Tan difícil es? Estos días no han sido fáciles y necesito de verdad saber que todo va a estar bien. Pero, tendré que convencerme yo sola que así será, porque lo que un día se creyó, es lo que hace. No estar.
Today, I was inspired by the "Endless Love" movie. One of those teenage-love-story movie that inspires to love. To love with all your heart until it gets on fire. The one that we all dream with but no all find. The one that we all want to enjoy, but not all do. The one that all you need to live in is not a great house, it can be in a beautiful home not full with furniture but with love, where the fridge is disconnected and there is no stove. I believed in it once and still, in my kind of endless love.
It remembered me the kind of love once I had. The one that we fight for, the one that made me feel all good with myself, and be better. The one that inspired me to get up and do things, keep pieces all together. That kind of love that I have always believed in and that traspasses frontiers, bridges and even long periods of time. The one that showed me what being alive meant. The one that made love to me with the first heart-given kiss. When two really meant one.
I remember once when someone told me that did not believe in love anymore. It got me so confused. I did not understand what he really meant, because it was not true. Somewhere deep in his heart he might find it again. I know it. I hope for it.
But got me so confused because once I thought in that too, you know. I guess I just wanted not to believe in it because it was easier. Love complicates things. Love complicates life. But as far as I know, the more you want to refuse it, the more you need it. I found myself screaming for it. Is not that you do not fight for it, you are terrify. I was. I am.
And I found it. Right in front of me. There was this guy, after so many years, who kissed me. Desperate-hot mode. Set me free. Found it, again. In that place where most people gets free waiting for a new adventure.
It might not be too late. Every one of us have something to fight for or with. My kind of love might not be the same as yours, but still. I still believe in it and live within. And I just hope someday you will find it, deep in you heart, and make you smile again, make you feel in-love again. Keep fighting champ, do not missed it, just do not. I beg.
In this movie, David says something like "I believe that love comes first. At the end of the day, what is more important? (Oxigen?) I want to find true love, the kind that you fight for, that is always first, the one that makes you be good to better; and not with a girl, but with the girl. And when I find that, that is all I need"
Jade says: "my first love was all of it at once, the kind you never fall back from, never try to, never want to, a love so big, so strong that never dies, never fades, never lose its electricity. The kind of love that you fight for, the kind of boy you fight for..."
My kind of love. An endless love...your endless love.
Cruzando la calle, se topó con su mirada. Los años habían transcurrido. Apenas unos cuantos. Las pieles ya tenían las señas de todos esos años. Cada una de las arrugas, contaba una historia, una alegría, un desánimo. Como dos extraños, pudieron seguir caminando sin verse, pero había algo en la mirada que lo dejó estático. Sin poder dar un paso más, respiró. Suspiró.
Ella, caminaba pensando en todas las cosas que tendría que hacer ese día; que si el súper, que si el perro, que si su hija, que la medicina...no se percató de sus alrededores. Iba con prisa, pues ya se le había hecho tarde. Tomó su morral, pues algunas cosas nunca cambian, y comenzó a buscar sus llaves. No las encontraba. Comenzó a sacar una a una las cosas que llevaba. Su billetera, sus facturas, su paleta de chocolate, sus chicles. Nada. Guardó nuevamente todo y comenzó a buscar en las demás bolsas.
Un auto pasó cerca y bocinó. Eso la distrajo y se asustó. Dirigió su mirada hacia el auto, sin dejar de buscar sus llaves, y espero a que éste pasara para ver quien había bocinado y tratar de comprender por qué lo había hecho. Era un auto blanco, con vidrios polarizados. No logró ver quién manejaba. Pasó justo al frente de ella. Del otro lado de la calle.
El auto pasó. En un segundo, su mente se puso en blanco. Tartamudeó. Olvidó lo que estaba buscando. Trató de ver hacia otro lado en una señal de reacción, no pudo. Se topó con su mirada.
Tal cuales extraños lejos de una sola realidad. ¿Se conocían?
Él había cambiado. Su rostro no era el mismo. Sus manos no eran las mismas.
Ella había cambiado. Su cuerpo no era el mismo. Su semblante se veía cansado.
El tiempo, a pesar de los cabellos plateados y las líneas de expresión, no había pasado. Las mariposas revolotearon. Los corazones palpitaron en medio de gritos que no se escuchaban por ningún lado. La calma se mantenía tratando de descifrar si era precisamente aquel amor de antaño. Aquel amor que hablaba en silencio. Aquél amor que un día dio la vuelta creyéndose no volver a ver. A sentir.
Nada había cambiado. En milésimas de segundo, los recuerdos de años dorados pasaron por cada uno, reflejados en esa mirada que los encontró. Como pudo, y sin que pasara un momento más, él dio el primer paso, ella lo siguió.
Y en medio de la calle, sin importar nada alrededor. Ella dijo: "Hola" y él, él la abrazó.
Hoy es uno de esos días en los que la nostalgia invade mi alma, esos días donde creí que la vida sería perfecta, en mi mundo perfecto, creado por mi mente perfecta, en una noche perfecta y mis planes eran perfectos. Un mundo de fantasía, lleno de perfección.
Poco tardé en darme cuenta que todo lo perfecto es completamente imperfecto y que me rodean las imperfecciones. Aprendo día a día a vivir imperfectamente y a sonreir de manera perfecta, día a día.
Soy imperfecta. me rodea un mundo perfectamente imperfecto. Sin más.
Llena de luz y de vida, así me sentía. Con, apenas, 12 años, la ilusión me acechaba cada mañana. Un destello de amor que me animaba. Un amigo y un confidente, alguien que salía de la nada.
Terribles momentos cree cada quien vivir y cada uno con su historia. La mía, no es como la de la mayoría. Mi historia es creada en la fantasía, después que un día, sin esperarlo, partías.
Partiste a un nuevo mundo, hacía el infinito, lo desconocido. No dijiste adiós, ni hasta pronto, ni dejaste una sonrisa. Marcaste mi vida y mi corazón con tu partida. Mi primera ilusión sin salida, sin destino, sin historia. Moría junto contigo ese día.
Pero yo sobreviví. Volví. Y creé mi historia de fantasía. Donde los personajes fuimos tu y yo, a quien nadie más veía...
Odio este sentimiento, esta emoción. Odio tener que esconderme y ser cómplice de tu traición. No más mentiras y mucho menos largas esperas. No más sufrimiento, ni ansias, no más decepciones, ni luchas internas. Muerte súbita es la respuesta.
Largo de mi vida; vete de una vez, tienes miedo de perder y lo mismo pasa al revés. Una y otra vez.
Imposible leerte y dejarte de ver, muerte súbita es la respuesta a todo este enredo que comenzó alguna vez.
Largo de mi vida, déjame de una vez; acaso no te das cuenta lo que duele y lo que cuesta darse cuenta que no se lucha otra vez.
Muerte súbita es la respuesta a esto que siento y debo hacer.
Constantemente, me pregunto qué será más fácil, tener la oportunidad de decir adiós lentamente, o simplemente aceptar el adiós sin opción aparente.
Creo que es difícil decir adiós a pausas. La ansiedad y frustración que se apoderan del corazón, es difícil sacarla. Pero también me pregunto qué pasa más allá de quedarse con las ganas de decir tantas cosas y ni siquiera poder decir un adiós.
Quién se atreve a decirme qué es mejor? con base a qué? cada uno de nosotros sentimos, pensamos y manejamos las situaciones de diferente manera. ¿Cómo sé yo que lo que tú crees es lo correcto o lo mejor?
Dilemas, dilemas y más dilemas los que la vida nos da. En este instante, un dilema más.
Quisiera no poder sentir.
Esta noche te escribo algo, algo para volar tu imaginación. Haz de cuenta que estoy contigo, tu y yo solos en esa habitación.
Qué es lo primero que harían? - pregunta una amiga.
Quitarte la ropa - contestaría.
No te sorprendas. Besa mi boca, bésame con picardía, al fin y al cabo es solo una historia, una historia que entretendría.
Deja que mi imaginación vuele, que mis deseos se congreguen; mis manos, mi cuerpo, mi mente te llene. Qué quieres hacerme, acaso poseerme? Qué te gusta? Volverme loca? Usa tus manos y usa tu boca. Conquista mi sudor y bebe mi pasión, hazme tuya, haciéndome el amor. Comienza por mis labios y sigue por el cuello; allí es donde siempre yo cedo. Dame la vuelta y escribe sobre mi espalda y date cuenta como me estremezco. Besa lentamente mis lunares, recórreme al frente, no hay forma de poder parar el deseo. Abrázame, abrázame fuerte y y deja que sienta ese machismo justo en el centro. Fuerte y duro, tal cual como tu gozo y tu deseo, embrocando tan dentro, todo tu cuerpo. Frío, sudoroso y con ardiente deseo, haciéndome tuya sin ningún consuelo.
Dame la vuelta, deja que te vea, que vea con que saña llegas hasta adentro. Te gusta? gozas? Disfruta el momento, porque dentro de poco, estarás muerto...
El frío, inherte, que se cuela por mi ventana; atraviesa las sábanas y mi ropa, se cuela por cada agujero y penetra en mis huesos. Duele.
Duele cada una de las articulaciones. Ambas rodillas, ambos tobillos. No sé cómo entrar en calor y concebir el sueño.
Sueño. Tu cuerpo trata de acercarse, acurrucarse en este lecho de amor. Darme calor.
Calor que con frío se convierte en un tremendo escalofrío. Escalofrío de añoranza y de ternura, de un juego de locura. Locura y pasión.
Pasión desenfrenada que necesito, de robarte un beso y acaricio; sí, sin miradas ni ruidos. Sin temores ni fríos. Acaricio tu cuerpo así dormido, acurrucado junto al mío.
