No dejo de pensarte, de sentirte cerca,
te acaricio en mi cabeza. Tu mirada, escondida tras la mía, pícara y sencilla,
Tu sonrisa enloquecida.
Tus ganas de ver más allá de mi ser
me llenan de emoción y engrandecen mi fe.
Pronto será mañana, un nuevo amanecer
Y de tenerte cerca como tanto lo soñé.