viernes, 28 de enero de 2011

- Inventar -

Un pensamiento brota, un suspiro sale de mi ser. Pienso en ti cada mañana y cada anochecer.

La vida ha transcurrido, los años han pasado, lo que un día pensamos que iba a ocurrir en un momento lejano, se está dando.

No dejo de pensarte, de sentirte cerca, te acaricio en mi cabeza. Eres mi inspiración, mis ganas de seguir, de inventar.

Sí, de inventar un mundo de fantasías y vivir bajo una propia ideología, de correr, de saltar, de reir, de no temer que te vas a ir.

miércoles, 19 de enero de 2011

- Mi bosque -

Desde mi ser, más allá de lo profundo, se encuentra mi bosque. Cada vez que lo observo, desde mi cuevita, la luz del sol lo ilumina. Desde la ventana, se observa el paisaje de color verde intenso, su grama cubierta por un leve sereno. Sus flores de diferentes colores y los árboles que se mecen al compás del viento. Se escucha un leve sonido a agua, pero no se logra ver de dónde proviene.

Me atrevo a salir.

El aire es puro y su olor indescriptible. Mis pies rozan el césped y se siente tan suave y fresco. Escucho el sonido del agua que proviene de mi lado izquierdo. Me dirijo hacia ese lugar y veo una hermosa catarata que finaliza en un bello río que conduce hacia el infinito. Su agua es cristalina, sus piedras limpias, su sabor dulce. Se pueden ver los peces corriendo bajo el agua y uno que otro que salta fuera de ella.

Escucho risas.

Regreso hacia mi lado derecho y veo aquel pequeño, pero mágico lugar. Las risitas me invitan a pasar y los veo. ¡Sí! Mis duendecitos, mis amigos del alma, vestidos de diferentes colores, sonriendo y queriéndose sentar conmigo para conversar. Nos sentamos en un pequeño tronco y, de alguna extraña manera, nos comenzamos a comunicar. Algunos animalitos se asoman a escuchar. De pronto, una pequeña luz comienza a titilar. ¡Sí! Son mis hadas, mis amigas y confidentes, las que saben mi verdad. Podría pasar horas de horas conversando, riéndo.

¿Quién está allí?

Oh sí, soy yo, mi niña interior. Gracias por dejarte ver. Gracias por enseñarme mi ser. Me coge de la mano y me sonríe. En ese momento sé que nada malo puede pasar. La fuerza que me transmite es penetrante. Calma mi ser. Lo llena de seguridad. De amor. Sonríe.

¡Tocan la puerta!

Pronto volveré.

- Las jaulas de oro -

Hay sueños que solo existen en tu cabeza.  Historias que te creas y quisieras se volvieran realidad.  Amores que nunca olvidas; profesiones ...