Un instante.
Eso fue suficiente. No hizo falta ver, hablar o escuchar.
Solo un instante.
El tiempo no pasa, las historias no cambian.
Lo juro, no lo entiendo.
Ni tu me dejas, ni yo te dejo.
Algo bueno hay en esto.
Al fin, lo sé. Al fin, lo siento.
No somos suficientes, pero estamos enteros.
¡Qué Dios guarde tu camino!
¡Qué guarde tu destino!
Fin.