viernes, 14 de diciembre de 2012

"En pleno amanecer"

Sola, corriendo a ciegas, perdida dentro del bosque del placer y sin saber qué hacer, busco tu mirada entre el espejo del amanecer.  De pronto, escucho tu voz y volteo a ver. No hay nadie -pienso- pero sigo buscándote sin querer.
 
Sé que estás aquí, en algún lado.  Dentrás de un arbusto o de un árbol.  Sé que me observas, distante y lejano.  Siento tu presencia.  Sé que me quieres y que me deseas.  Siento tu temor.  Siento tu amor.  Sé que estás perdido al igual que yo. Aunque tu conoces el camino de salida y yo no. 
 
Me encuentro con un árbol, robusto y firme, con sus ramas fuertes y sus hojas verdes moviéndose al compás del viento, crujiéndose en cada movimiento.  Siento frío.  Cierro los ojos y te siento, abrazándome.  No logro verte.  Solo me estremeces. Logro tomar tus manos, pegarme junto a ti, darme el calor que un día yo te di.  Quisiera detener el tiempo, no sé cuánto más te tendré, pero de pronto sopla el viento provocando un ruido intenso que me quita por completo el aliento, pues ya no estás allí.
 
Me siento cansada, te he buscado por todos lados.  No te logro ver.  Me recuesto sobre el tronco inmenso que me acoje, deseándote tener.  Poco a poco el tiempo pasa. Me recuesto. Comienza a sentirse el frío más fuerte, ése que se siente justo cuando la noche se despide intensamente para darle la bienvenida al sol. Mis pies están cansados y mi cuerpo también.  Poco a poco mis ojos comienzan a ceder.  El cansancio me domina. El sueño me derrota y, sin querer, me dejo vencer.
 
De pronto, comienzo a sentirte.  El perfume de tu cuerpo llega a mi y estás allí, junto a mi.  Tu mirada se cruza con la mía. No hay nada que decir.  Tomas mi cuello con tu mano cálida y, sin gesto alguno, tus labios acarician mis labios. Ese beso tierno comienza a sentirse apasionado, lento, fuerte.  Mi mente se nubla.  Se cierra. Me dejo llevar. Tus manos comienzan a acariciar mi cuerpo frío, tembloroso.  Tus labios recorren mi cuello hasta llegar al pecho.  Tus manos recorren mis piernas, mi entrepierna. Nos compenetramos y somos uno, uno solo.  Un mismo ser, una misma sensación, una misma sanación. Un solo movimiento. Tu cuerpo unido al mío.  Se terminó el frío.  tu respiración es mía. El latir de nuestros corazones se convierte en uno solo. Un calor, un sentir, un solo cuerpo.  Una sola pasión en un mismo tiempo. Estamos juntos.
 
El sol comienza a estirarse.  Un rayo de luz comienza a dar.  Ilumina mi rostro. abro los ojos y no quiero despertar.  No puede ser que haya sido un sueño, fue real.  Estuvimos juntos.  Por un momento, fuimos uno solo.  No te quiero perder.  ¡No puede ser! Algo pasó.  Mi ropa en el suelo.  ¿Acaso fue real? 
 
Un camino marcado por pequeñas piedras apareció frente a mi.  Sé que mi sueño fue una realidad.  Seguiré el camino, pero no moveré ninguna para poder regresar.
 
Y entre el frío, la brisa y uno que otro rayo de luz, recuerdo tu sonrisa asomándose sin querer con un coqueteo a ciegas, insinuante y sensible, relajado, sin poder desaparecer, esperándome volver. 
 
 

martes, 9 de octubre de 2012

- Contigo -

El tiempo puede pasar, los años, los meses, los días, las horas, los minutos y segundos, pero el solo instante que estoy contigo hace que todo ese tiempo se sienta nulo, perdido.

Tus abrazos, tus besos, tus caricias siguen siendo las mismas, con la misma entrega, el mismo amor, aunque siempre guardando el temor.

El temor de volver a estar lejos, de volver a pasar los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses, los años lejos.

No quiero perderte, no quiero que te vayas, no quiero irme, no quiero sentir nuevamente cómo mi corazón se paraliza, como la ansiedad y la angustia me matan, no quiero pasar más tiempo esperándote, pues estoy segura de ti, de mi, de lo que yo siento, mas no de lo que tú quieres.

Y a pesar de todo, aún sueño contigo, con que terminaremos de recorrer esta vida juntos, a pesar del tiempo, de los momentos y de las decisiones que tomemos. Esta vida, así como la anterior, es nuestra y la terminaremos juntos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

- "Bye" -

Pensar en ti, crear mil y una historias a tu alrededor, poner en práctica mi imaginación. Inventar, soñar. Llegar al acuerdo de solo verte pasar, saludarte, besarte, escapar.

Imaginar un sinfín de historias, momentos, memorias. Desconectar el tiempo que a menudo suena en un tic tac. Aparecer en un rincón de ensueño, desaparecer.

Cantar una a una las canciones que te recuerdan, sola, en mi mente. Tarareárselas a la gente. Querer, llorar, aguantar. Amarte a desesperar. Ansiedad, sudor, palpitar.

Y cada vez que te hablo, te veo, duele tanto tener que decirte: “Bye”

martes, 24 de julio de 2012

- Los tiempos libres y las alas rotas -

La estupidez y la nostalgia se acechan una mañana, una combinación crucial para los cuentos de hadas, los tiempos libres y las alas rotas.

Pero quién quiere volar, cuando volar te lleva a la cima más alta de aquella montaña. Sí, aquella montaña donde los niños tocan flauta, los árboles florecen y las aves resplandecen.

“¿Qué les sirvo?” –un desayuno típico con salsa, un omelette, un café americano con leche y un capuchino….se nos olvidó incluir….que el café no esté quemado y ¿la salsa?

¿Acaso brotó una sonrisa de tu rostro? Un tema absurdo para una escritura incompleta.

Pero qué escribir cuando lo único que haces es sentir. Recordar el roce de tus dedos entre mi pierna, un cosquilleo que reboza en la entrepierna, tu mirada sutil escondiendo un deseo inexplicable de besarme, besarte, un latido que sale desde mi garganta y una sonrisa que me recuerda que debo respirar.

“Respira” me digo, qué tanto pensará; qué importa lo que piense, qué pienso yo. Diablos, por qué me sudan las manos, por qué no me alejo. “Respira”, ¡Basta! ¿Qué pasa? Mi corazón no late, ¿aún sigo vivo?

Tu boca roza mi cuello y una sensación se apodera de mi cuerpo. Imposible, no lo puedo controlar, lo mejor será que me deje llevar. Sentir el deseo, no solo de tenerte cerca, de sentirte cerca, de ser libre. ¿Y la tímidez? Creo que la timidez se quedó en el cuento anterior, ahora solo quiero aprovechar el momento, dejarme llevar. Sentir.

“Ya es hora”, hora de qué…¡No, no quiero! No me despierten de este sueño, acaso no entienden que extendí mis alas y volé. Pero no puedo decirte adiós solo así, ¿cómo? No quiero. Cerré los ojos, te besé. Te sentí. Te dije adiós. Te fuiste. volví.

jueves, 10 de mayo de 2012

- Un pedacito de amor -

En un momento, mi vida cambió. Supe que estaba esperándote y lloré de emoción. No sabía qué hacer, si contarle al mundo entero o callar. Decidí contárselo a papá.

Papá se puso feliz, una alegría indescriptible, lloró.

Pronto, empezamos a contárselo a la familia, tus abuelos estaban muy contentos, los tíos nos felicitaron y pronto todos comenzaron a desearnos muchas bendiciones.

Tu primer regalito te lo hice yo. Un pequeño conejito que decía una oración. Todas las noches lo ponía en mi pancita, esperando que tu la escucharas.

Fuimos al doctor, esperando comenzar a conocerte, pero eras tan chiquito que aún no pudimos verte. Las ansias nos abrazaban y sonreíamos todo el tiempo. Nos dabas felicidad absoluta.

Fueron días emocionantes, mi pancita comenzó a crecer y con ella la emoción de tenerte. Comencé a usar ropa diferente, aunque me quedara grande, lucía con emoción mi corto embarazo y me hacía feliz contar que te estaba esperando.

De pronto, algo pasó y comencé a sentir el temor de perderte ¿cómo? Aún no te conocía y estaba dispuesta a entregar mi vida. Sacrifiqué mi cuerpo, mis pensamientos comenzaron a cambiar. Le pedí a Dios por ti, porque tu vida continuara su rumbo. Nunca me di por vencida y soporté cualquier dolor, hasta que el doctor dijo…lo siento, el embarazo terminó.

Es cierto, no te conocía, pero eras un pedacito del amor de papá y mamá. Y en mis pensamientos, te escucho decir….¡Feliz día mamá!

lunes, 16 de abril de 2012

- Te fuiste, pero pronto volverás -

La nostalgia, el recuerdo de los momentos vividos, tu tierra, tu vida, tu familia, tus amigos.  La idea de un mañana mejor, de una mejor oportunidad y una mejor calidad de vida. 

Te fuiste buscando un nuevo futuro, persiguiendo tus sueños. Y te extraño. 

Te extraño, porque no solo te fuiste, sino contigo se fueron mis momentos, las alegrías que compartía contigo día tras día, las pláticas de largas horas tras el teléfono, las constantes risas y los constantes sueños.  Las cobardías que me encubrías y las travesuras que planeábamos.

Los desayunos, los almuerzos, las refacciones, las cenas….el cafecito.  La planificación del mundo conquistado por nosotros.  Las horas, los días, los meses y el año completo planeado en tan solo 5 minutos, pero…¿y ahora?

Con tu partida, no solo es tu tierra, tu vida, tu familia y tus amigos.  La nostalgia es compartida.  Tu cambio de vida cambió la mía.  Tu idea de una mejor oportunidad y una mejor calidad de vida afectó la mía.  La nostalgia es compartida.  Y te extraño.

Extraño lo que tu dejaste, lo que se te olvidó llevar.  Pero los recuerdos son de ambos, así que mi consuelo es…que ¡pronto volverás!

Amig@ … acá te espero para compartir nuestras ideas de un mundo mejor.  ¡Hasta pronto!

sábado, 28 de enero de 2012

- A veces -

A veces, solo te necesito cerca, saber que estás bien, que yo estoy bien. Sentir tu respiración, saber que puedes, con la mirada, darme el abrazo más profundo de consolación.

A veces, solo te necesito cerca para saber que todo estará bien; que mañana, el dolor más profundo desaparecerá y que la incertidumbre más grande, llegará a su final.

A veces, solo te necesito cerca para no sentirme sola, para darme cuenta que sí, que cuento con alguien y que “alguien” cuenta conmigo.  Para saber que juntos lo solucionaremos todo; para saber que cuento con tu aliento para seguir adelante.

Solo a veces, cuando los momentos se hacen eternos, las lágrimas incontrolables y las sonrisas desaparecen.

Es…a veces….

- Las jaulas de oro -

Hay sueños que solo existen en tu cabeza.  Historias que te creas y quisieras se volvieran realidad.  Amores que nunca olvidas; profesiones ...