Dos años y meses han pasado desde la última vez que publiqué. Dos años y meses en los que mi ausencia se ha debido a mi falta de ser. La que antes era, la que antes fui....Trascendió.
Y digo Trascendió, porque el ser humano completo que yo era se partió en dos. Soy mamá.
Y el ser mamá no es que sea algo malo, todos lo describen como "lo mejor que te pudo pasar" y posiblemente, es cierto...Lo mejor que le pudo pasar a tu nueva yo, pero y mi antigua yo ¿dónde quedó?.
Este camino no ha sido nada fácil para mí. He aprendido muchísimo de esta nueva "etapa", porque sí, en esta nueva vida todo son etapas. Pero me ha tocado dejar ir a la persona que me acompañó durante 43 años y por más que la he querido rescatar, no puedo.
Y pues, en todo este proceso, me han hecho ver que estoy de duelo. Duelo, porque esa persona que antes era, no volverá jamás. La persona irresponsable que fui no puede permitirse estar. Ni la egoísta. La versión antigua de mí que pensaba solo en ella, murió, ya no existe más.
La maternidad llegó y se llevó una parte de mi vida, de mi independencia, de mi libertad, de mi mucha y poca toma decisiones egoístas, de mis ganas de huir ante los problemas, de todo. Todas las mañanas, me hace cuestionarme si estoy haciendo las cosas bien, me cuestiona los por qués y los para qués. En fin, esta etapa a la que todos llaman "bendición" está muy por encima de mí y me está hundiendo.
Espero, con los años, regresar y darme cuenta que no fue mi muerte, sino mi trascendencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario!