jueves, 10 de mayo de 2012

- Un pedacito de amor -

En un momento, mi vida cambió. Supe que estaba esperándote y lloré de emoción. No sabía qué hacer, si contarle al mundo entero o callar. Decidí contárselo a papá.

Papá se puso feliz, una alegría indescriptible, lloró.

Pronto, empezamos a contárselo a la familia, tus abuelos estaban muy contentos, los tíos nos felicitaron y pronto todos comenzaron a desearnos muchas bendiciones.

Tu primer regalito te lo hice yo. Un pequeño conejito que decía una oración. Todas las noches lo ponía en mi pancita, esperando que tu la escucharas.

Fuimos al doctor, esperando comenzar a conocerte, pero eras tan chiquito que aún no pudimos verte. Las ansias nos abrazaban y sonreíamos todo el tiempo. Nos dabas felicidad absoluta.

Fueron días emocionantes, mi pancita comenzó a crecer y con ella la emoción de tenerte. Comencé a usar ropa diferente, aunque me quedara grande, lucía con emoción mi corto embarazo y me hacía feliz contar que te estaba esperando.

De pronto, algo pasó y comencé a sentir el temor de perderte ¿cómo? Aún no te conocía y estaba dispuesta a entregar mi vida. Sacrifiqué mi cuerpo, mis pensamientos comenzaron a cambiar. Le pedí a Dios por ti, porque tu vida continuara su rumbo. Nunca me di por vencida y soporté cualquier dolor, hasta que el doctor dijo…lo siento, el embarazo terminó.

Es cierto, no te conocía, pero eras un pedacito del amor de papá y mamá. Y en mis pensamientos, te escucho decir….¡Feliz día mamá!

- Las jaulas de oro -

Hay sueños que solo existen en tu cabeza.  Historias que te creas y quisieras se volvieran realidad.  Amores que nunca olvidas; profesiones ...