jueves, 12 de noviembre de 2015

- Maldita nostalgia -

Un viaje al puerto fue lo que provocó que un día como ayer me sintiera así.

¿Recuerdas? 
Esa primera vez donde en una piscina hablamos desde el corazón.  Cuando expusimos nuestras ideas, nuestras metas y nos contamos las decisiones que tomaríamos.  Eramos amigos. No esperábamos que pasara lo que pasaría. Definimos a dónde queríamos llegar, qué queríamos ser y qué era lo que haríamos.  Expusimos nuestros límites y Supimos que nos apoyaríamos.

Esa noche supe que te apoyaría y que sería parte de esos sueños y de esas metas que me contabas con tanta ilusión, cuando juntos planificamos qué, cómo y cuándo, sin saber que lo que pasaría más adelante iba a unirnos más.

Esa fue la primera noche en la que supe qué era lo que quería y cuándo lo quería - en ese momento - y que dije con voz firme lo que no quería.  

Pasamos la noche juntos. Nada de por medio, solo nuestros sueños y decisiones.  No imaginamos que al día siguiente todo cambiaría y que al despertar, el día sería diferente...

Maldita nostalgia -sin más-.

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