Siempre supe que el sentimiento era mutuo, no de uno, no del otro. Una verdad inexplicable, pero cierta. Un sentir poco común.
Lo negaste, lo negué; pero la verdad siempre sale a la luz y esta vez tardará, pero se dará. Yo lo pido y tu también, siempre en silencio. Las cosas del corazón no se pueden ocultar.
Es imposible no sentir, no creer. Disimular, experto seré, pero la gente se da cuenta y, acá entre nos, se echa de ver; no por ti, no por mi, sino por lo que conlleva el ser.
De un deseo a otro, entre tanta estrella fugaz, el sueño de estar por siempre juntos, pronto se cumplirá; aunque lo dudes tu o lo dude yo, las cosas del corazón, no se pueden ocultar.
Como en los cuentos de hadas, la felicidad siempre llega….al final!
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